EL PLACER DEL DOLOR

El mismo acto que te lleva a conocer uno de los mayores placeres, también te obliga a odiarlo cuando lo único que puedes sentir son tus lagrimas corriendo por tu cara, suplicando que termine ese episodio que lejos de volverte a causar una sensación placentera, solo te lastima, solo termino por mutilarte.







Comentarios

Entradas populares